sábado, 16 de julio de 2011

La enseñanza del Protocolo y el Ceremonial en Argentina


Las excelentes noticias que han llegado sobre la incorporación del Protocolo y el Ceremonial a los estudios de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, me han llevado a pensar con bastante  envidia en la posibilidad que se ofrece ahora a quienes desean estudiar seriamente nuestras disciplinas. Digo con envidia porque en Argentina no han recibido hasta ahora ese tratamiento dignísimo.
Para ser sincero debo decir que en el país existen tres universidades que ofrecen las llamadas “tecnicaturas universitarias en Protocolo y Ceremonial”. Ellas se pueden cursar en las provincias de Buenos Aires, Mendoza y Tucumán. Las disposiciones legales exigen que las “tecnicaturas” sean presentadas con anticipación necesaria  ante el Ministerio de Educación nacional con sede en Buenos Aires. Ese organismo es el que otorga la autorización para que funcionen y puedan otorgar títulos. Para ingresar es necesario haber aprobado los estudios de bachillerato o de nivel medio. El programa comprende tres años para cursar en ellos las asignaturas de la carrera.
 Sin embargo, aunque las tres universidades que poseen esas tecnicaturas aspiran a ofrecer posteriormente a sus egresados una licenciatura, todavía no la han implementado.
En Argentina los grados universitarios son cuatro: licenciado, especialista, magíster y doctor. Las tecnicaturas aunque dan diplomas universitarios son otros estudios completamente diferenciados de las denominadas “diplomaturas” modalidad que otorga un simple certificado de asistencia a quienes la han cursado.
Existen también estudios a nivel terciario. Ellos se pueden hacer después de haber aprobado los niveles primario y secundario pero que no son supervisados por el ministerio de Educación Nacional. El Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, brinda  estudios terciarios y ejerce un control sobre los mismos.
En los últimos años he podido comprobar un interés mayor para los estudios de Protocolo y Ceremonial.
Así recuerdo que  Carlos Fuente impartió un curso de Protocolo en la Empresa para un buen número de profesionales. En tanto la Universidad de Oviedo en convenio con la argentina  Austral ofreció el posgrado de “Experto universitario en Protocolo y Ceremonial”. Don Felio A. Vilarrubias junto a un grupo grande profesores argentinos fueron lo encargados de dar las clases. Los  exámenes orales fueron en Buenos Aires y las tesinas se calificaron en España.
Junto a tantas noticias positivas debo también expresar mi estupor ante el anuncio de determinados cursos de Protocolo y Ceremonial. En Argentina se inicia en estos días el año académico que finalizará en diciembre y aprecio avidez para formarse en nuestras disciplinas. Sin embargo no es posible que en un programa televisivo se anuncien temas protocolares y se ofrezca después una charla donde la persona que lo dictó al referirse al uso de los cubiertos en la mesa se permitió decir que ese lenguaje era para los tiempos en lo cuales quienes atendían el servicio de la mesa tenían prohibido hablar con los comensales. ¿Habrá ese profesor participado de algún banquete? Es la pregunta que me hice de inmediato ante el improvisado  maestro y con un poco de juicio crítico apunté a su falta de roce social que es imprescindible en Protocolo.
En fin, hay mucho por hacer y por aprender. Personalmente admiro a España y a todo lo que se ha hecho y se hace por el Protocolo. Sé también que “en todas partes se cuecen habas”, y casos habrá que se acerquen a sus parientes argentinos.
 Sueño con su  incorporación universitaria en Argentina. Terminarán entonces los cursos “truchos” –falsos en el  lenguaje cotidiano -  y quedará al descubierto que no se  puede otorgar un diploma de “Maestro de Ceremonias” a quienes hayan asistido a doce charlas sobre diversos temas que versan  solamente  sobre temas  lejanos  a lo que hay que enseñar y aprender en Protocolo y Ceremonial.

Roberto Sebastián Cava
Especialista en Protocolo y Ceremonial

En el Día del Padre


Se aproxima el 19 de marzo y en esa fecha celebraremos el Día del Padre. No es una fecha más en el calendario porque mujeres y hombres recordaremos con gratitud a nuestros padres. No se trata tampoco de una fecha para sentimentalistas llorones o para que sea   rechazada so capa de calificarla como de estrictamente  comercial. Es el Día del Padre el que nos lleva a revivir la  gratitud  a  cada uno y a  cada una de  nosotros.

Una canción de años atrás recuerda con sus versos sencillos la fecha. Dice así : “Oh, mi Papá/tan bueno fuiste para mí/hoy te recuerdo así”. Los niños, los jóvenes y también las personas mayores celebraremos el 19 de marzo y no será una fecha más.

Para quienes estamos inmersos en el mundo del Protocolo la gratitud es una virtud que está a flor de piel. Muchas  veces agradecemos por obligación aunque reconocemos que también somos testigos de unas emocionadas palabras. Es  cuando comprobamos que lo que hemos hecho ha llegado hondo y está  en el corazón de quienes han sido protagonistas o partícipes de innumerables  ceremonias y actos.

Es una fecha para hacer regalos que volverán a hacer sonreir a nuestros padres. Esas  exteriorizaciones de afecto  dirán mucho a quien nos quiere bien. Sin embargo la gratitud es difícil de medir porque el cariño también lo es y  no queda en el simbólico gesto de un obsequio.
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En el Día del Padre recordaremos a nuestros padres vivos y también a los que ya no están. ¡Cuántos años junto a nosotros! Pero no será un día  para entristecernos sino para valorar ese tiempo irrepetible de nuestro crecimiento material y espiritual. Ellos nos encaminaron por la vida y dejaron en nuestras almas  enseñanzas difíciles de olvidar.

A nuestros padres muertos les llevaremos quizá unas flores y ellas   serán un recuerdo alegre en sus tumbas. Nosotros también moriremos y nos llorarán entonces con agradecimiento como nosotros lo haremos el próximo día  19.

El Día del Padre  nos lleva a pensar en tantas palabras llenas de afecto y de cariño que han dejado dejan un eco sin fin. Son las mismas  que, de manera sencilla,  una niña puso en una carta dirigida a su padre. Me permito transcribirla. Dice así: “Querido Papá. Calle Gratitud. Número cincuenta. Querido Papá: Estoy muy contenta y te doy gracias por todos los sacrificios que haces por mí. Yo trato de recompensarlo rezando. Que pases este día muy feliz y todos los demás de tu vida. Yo le pido a Dios que te conserve por muchos años. Con todo cariño, tu hija María Mercedes.”


Roberto Sebastián Cava

viernes, 31 de diciembre de 2010

Música en las ceremonias


La música en las ceremonias
Roberto Sebastián Cava
Para EL HERALDO
Una ceremonia es un acto humano rodeado de determinadas formalidades. Por eso, en Ceremonial, podemos hablar de actos simples o sencillos y actos  solemnes. No es posible afirmar que existen actos informales, porque al elegir una forma se lo está calificando.
Por eso resulta impropio hablar  de una cena informal o de un acto informal. En nosotros, en las personas que nos dedicamos al Ceremonial está el dar a cada acto el carácter que se desea.
Es posible transformar una ceremonia sencilla en una solemne. Hay elementos que pueden venir en nuestra ayuda. Entre ellos están la vestimenta, las luces, las flores, el lugar,  la hora de realización, la música.
Cada uno, desde su puesto de trabajo, tiene en sus manos actos muy diversos: congresos, presentaciones de libros, graduaciones, entrega de premios, torneos deportivos. La enumeración puede ser muy grande puesto que el Ceremonial abraza la vida misma y es uno. El Ceremonial se aplica en todos los ámbitos, en el público y en el privado, en lo social, en lo oficial, en el deporte, en el eclesiástico, en el académico.
La música posee un lugar de gran importancia en las ceremonias y nosotros debemos utilizarla con sentido común sin convertir un acto en  un concierto pero sin descender a hacer de la música un elemento decorativo, es decir poniéndola como de fondo en nuestros actos.
Los medios masivos de comunicación social se han encargado de difundir algunas imágenes, uniéndolas a motivos musicales. Así distinguimos la alegría de la tristeza. En esto tiene mucho que ver la moda, lo que se usa o se lleva. “No hay dos ceremonias iguales. De lo sublime a lo ridículo, hay sólo un paso”, decía con fuerza el Dr. Felio Vilarrubias –mi maestro- en
sus clases en la Universidad de Oviedo. Por eso, como somos nosotros quienes debemos solemnizar las ceremonias, es necesario que la música que se incluya en ellas no las transforme en un concierto añadido o prendido forzadamente a un programa.
Manuel Carreño en su extraordinaria obra “Manual de urbanidad y buenas maneras”, editado por primera vez en Nueva York en 1889, nos advierte: “La música seria y profunda es tan sólo propia para los círculos aficionados. La música brillante y alegre es la única que agrada a todos”.
La música en las ceremonias debe ocupar su lugar. No existe la mal denominada música de fondo, porque toda obra tiene un lenguaje, el discurso musical, que a los oídos de las personas se convertirá en una verdadera barrera y, nosotros, en Ceremonial, buscamos, deseamos, la comunicación entre las personas.
Nosotros debemos elegir la música y los momentos en que va a ser ejecutada. Es necesario saber, con anticipación, cómo será la ceremonia que vamos a realizar, para  estudiar la posible  intervención de la música en ella, teniendo en cuenta que la música grabada puede deslucir un acto.
Es bueno  recordar la diferencia entre la música litúrgica y la música sagrada. La primera es la que sirve para la celebración de los sacramentos, en especial en la  Misa. La segunda es la que, inspirada en temas de la Escritura, en Dios Padre, en Jesucristo, en la Santísima Virgen, en los santos, tiene como finalidad elevar los espíritus.
Hay también música compuesta con muy buena voluntad, pero que no es ni litúrgica ni sagrada. Los usos, las costumbres, han ido incorporado  a nuestra vida determinadas obras profanas, llegando a darles un cierto sentido religioso.
Los momentos de una ceremonia en los cuales se puede incluir la ejecución de música, pueden ser a la entrada y a la salida de las personas que conforman la presidencia de las mismas; en medio de ella; cuando nuestro buen tacto y sentido común nos lo aconsejen.
Para facilitar el desplazamiento de las personas están las marchas, obras compuestas especialmente para que las personas puedan trasladarse armoniosamente. Las marchas tienen un ritmo simple y están formadas por frases musicalmente regulares. Desde el siglo XVI encontramos las trazas de la marcha como forma artística. Andel, Bach, Mozart, Wagner, Beethoven, Verdi, Schubert, han compuesto obras que, asociadas a autores contemporáneos nos ofrecen un riquísimo repertorio del cual podemos elegir.
Cuando se emplea música en medio de una ceremonia, se desea manifestar con ella la satisfacción y la alegría de todos en honor de algunos personas. Esto se puede dar en una entrega de premios o medallas, en un doctorado “honoris causa”. Aquí es necesario asegurarse de que la obra elegida llegue, efectivamente, a sus destinatarios. Recuerdo que, en cierta ocasión, un grupo coral cantó en honor del presidente de una empresa europea una canción. Al terminar, esa persona se acercó al director del coro para agradecerle y le preguntó si sabía de qué país era la obra que habían cantado. No había sido precisamente del suyo.
Para estas ocasiones es recomendable la utilización de una pieza breve y brillante, que puede ser tomada del amplísimo repertorio de música popular, folklórica o culta. Compositores de todas las épocas nos brindan un panorama insospechado.
Si hemos pensado, con tacto y sentido común que es posible incluir en el programa de una ceremonia la ejecución de algunas obras, es preciso tener en cuenta la duración de ellas, los horarios de las personas que asisten, que es también una de las formas de respetarlas. Es imposible lograr la atención del público, si se agrega una sinfonía con todos sus movimientos. En cambio, no desluciría la interpretación de uno de ellos.
Algunas obras musicales a título de ejemplos para ser utilizadas en ceremonias
“Himno”, de Vangelis (Del mundial de fútbol 2004)
“Non nobis”, Doyle
“Va pensiero”, de la ópera “·Nabucco” de Verdi
“Pompa y circunstancias”, Elgar
“Canticorum”, de Hael
“Himno al amor”, de Piaf
“Himno a la alegría”, de Beethoven
“Gloria”, de Vivaldi
“Alelluia”, de Handel
“Largo”, de la ópera “Xerxes” Handel
“Coro de los peregrinos”, de Wagner

Roberto Sebastián Cava
Para EL HERALDO

Curriculum

                                    Roberto Sebastián Cava

                               Académico de Número de la Academia Argentina de Ceremonial
                                          Miembro de la Asociacion Española de Protocolo

Estudios de grado universitario: Abogado  (UBM)

Estudios de  posgrado universitario: Historia de la música de los países de Latinoamérica.(Benjamin T. .Rome School of Music, CUA University,  Washington D.C.

Experto en Protocolo y Ceremonial, Heráldica y Vexilología por la Universidad de Oviedo, España.

Especialista universitario en Protocolo y Ceremonial del Estado e Internacional, por la Universidad de Oviedo (España) y la Escuela Diplomática de Madrid (España).

Actividades actuales


Director de Ceremonial y Protocolo de la Universidad Austral, Buenos Aires.
Colaborador en la “Revista Internacional de Protocolo”, de Madrid, España
Colaborador en temas Protocolo y Ceremonial, en los diarios EL LITORAL de Concordia, Entre Ríos y EL OBSERVADOR de Montevideo, Uruguay.
Asesor de Larreburu. Artes gráficas, Buenos Aires.
Programa radiofónico: CLUB88 FMEstación Pilar Protocolo, etiqueta y Ceremonial.

Algunos cursos de Ceremonial y Protocolo dictados

Universidad de Buenos Aires, Instituto de Ceremonial “Embajador Jorge Gastón Blanco Villalta”, Universidad Autónoma Metropolitana (  México D. .F ), Cámara de Comercio, Industria y Producción de Argentina,  Credit  Suisse,  Tenley Study Center (Washington D.C.), Orígenes, Universidad CEMA,  Hotel, Spa y Resort “Ayuí”, Salto Grande , CARITAS, Universidad Austral, Hotel “Salto Grande”, Universidad de Belgrano, Escuela de Hotelería, de la Universidad de Concepción  del Uruguay,  Western Palladium Hotel ( Montevideo), Universidad Católica de Salta, COE (Centro de Organizadores de Eventos), Universidad de Montevideo (Uruguay) Cursos de  capacitación para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Patrimonio Hist. de Salto, Uruguay, Asoc. de profesionales del ceremonial de Argentina (APCRA)

Escritos y obras publicadas

“Historia de las precedencias en la Argentina”, Banco de Datos de Protocolo de la Universidad de Oviedo, España.
“Un reglamento de Ceremonial en el Cabildo de Buenos Aires a principios del siglo XIX”, Instituto de Investigaciones de Historia del Derecho. Buenos Aires
“Trazas de Ceremonial en el Río de la Plata”, Edic. Dunken, Buenos Aires.
“Tratado de protocolo” de Felio A. Vilarrubias, Edic. Nobel, España, Autor del capítulo sobre la Argentina.
Artículos en la “Revista Internacional de Protocolo”, de Madrid, España
“Divagaciones sobre etiqueta, protocolo y ceremonial”,Edic.”Céfiro”,Bs.Aires,2008
“Saber estar en la mesa”, Edic. Céfiro, Buenos Aires, 2008
“Lecciones de cosas. Protocolo, etiqueta y Ceremonial” Bs.Aires.2010,Edic.Universidad/Libros